Yo siento que participar en la OMCC fue una experiencia que cambio mi vida. No fue solo ir a otro país a competir en una competencia, sino una oportunidad para conocer muchas personas, tener vivencias únicas y una oportunidad de viajar fuera del país. Todo comenzó en el primer día, donde solo teníamos la ceremonia de bienvenida, así que nosotros, junto con algunos de los otros equipos, organizamos nuestra propia salida a un mall. Me gusto mucho porque pudimos dejar a un lado el estrés y la ansiedad de la prueba y divertirnos un poquito. Ahí compramos souvenirs, comimos y sobre todo hablamos mucho sobre nuestros pasatiempos, las olimpiadas y la vida en general. También compartimos mucho en el hotel, donde siempre hablábamos con personas durante la comida, en el pasillo o en la habitación. Adicionalmente, jugamos Set, 24 y hasta tuvimos una partida de fútbol en donde ambos líderes y estudiantes se enfrentaron entre sí y aunque no participe, fue una gran demostración de la unidad del grupo. Otra cosa que me gusto fue que en el viaje pude compartir con mis camaradas: William, Héctor y Seung y con los líderes César y Susy y me sirvió de oportunidad para conocerlos más a fondo. Durante el viaje y nuestra estadía en el hotel su compañía fue muy apreciada y fueron los momentos en los que conversamos los más memorables para mí.
Aun con todo esto, el viaje también tuvo sus momentos difíciles. Para comenzar, por el poco manejo del tiempo al comprar las boletas, estas fueron compradas el último día y causo que mi papá (con quien también viajamos) tuviera que irse en un avión y esperarnos 4 horas en el aeropuerto. Además, al llegar a Honduras a las 3 de la madrugada, a Seung casi se le pierde el pasaporte y aparte de eso casi nos quedamos estancados en el aeropuerto hasta el siguiente día porque el bus se había ido sin nosotros. Por suerte, mi papá pudo conseguir al último taxi para que nos llevara y nos dejara en el hotel. La última cosa fue que casi no hubieron actividades y la excursion planeada casi se cancela. Si eso fuera todo hubiera sido un horrible viaje, pero siento que nosotros lo pudimos transformar en algo memorable solo con una actitud positiva y un deseo de pasarla bien. Si hay algo que aprendí en este viaje es que el como uno se comporta afecta la manera en que percibe las cosas tanto para bien como para mal.
Por último, quiero mencionar mi experiencia en el examen. Desde el momento en que me levante yo estaba muy nervioso, especialmente porque los días anteriores eran de relajarse y mi mente no estaba en modo examen. En el lento trayecto a la universidad fue que de verdad realice y procese que estaba a punto de tomar el examen y nada lo iba a impedir. Algo que me ayudó mucho fue el discurso que nos dio Susy sobre todas las cosas buenas que ya nos habían pasado y de que el simple hecho de estar ahí significaba ya que habíamos ganado. También sabia que pasara lo que pasara iba a hacer mi mejor esfuerzo y aunque fuera oro, plata o nada debía sentirme orgulloso con lo que hice. Entramos al examen y al ver esas preguntas estaba pensando como se veían complicadas, pero ya no me quedaba de otra mas que resolverlas. Después del examen no discutir (o mas bien trate de no discutir) nada con nadie porque si veía que me fue mal en el primer día uno podía entrar con una mentalidad negativa al segundo lo cual empeoraría el resultado y lo opuesto también era cierto si entraba al segundo día super confiado después de creer que saque todos los problemas bien. Honestamente, esa fue la parte mas difícil porque especialmente en la escuela, después de salir de un examen lo primero que uno siempre hace es ir a discutir con los compañeros y no poder hacerlo resulto un poco incomodo. Ya el segundo día venia mas calmado, pero fue mas de lo mismo que el día anterior aunque esta vez si pude discutir los problemas después de salir. Al final, saqué Mención de Honor junto con todos mis otros compañeros y eso me puso muy contento porque nadie se quedo sin nada ni tuvo que pasar vergüenza de sacar algo menor a los otros. Me quede a un punto de Bronce y siento que fue lo mejor que pudo haber pasado porque me dejo un sabor agridulce en la boca que solo me seguía diciendo que cuando vuelva debía entrenar mas y volverme mejor para que el siguiente año irme con mi medalla.
En general, me encanto la OMCC y si alguien tiene la oportunidad de ir se lo recomendaría un 100%.